Otros tiempos: Donald Rumfelds y Saddam Husseim, año 1983
Hubiera sido más certero decir que Saddam fue asesinado. Las máscaras de los encargados de eliminarlo constituyeron un mal disfraz de justicia. Quizás sirvieron para vestir como verdugos a los encargados de liquidarlo, pero no para esconder el móvil del asesinato: eliminar un testigo comprometedor. Como en cualquier guión de película de mala calidad, Saddam Hussein “sabía demasiado”.
Por Alejandro Nadal - La Jornada
-Para terminar el año llegaron dos noticias: Saddam fue ejecutado y murió el soldado estadunidense número 3 mil en la guerra. El depuesto dictador había dejado de ser una referencia importante para los iraquíes desde hace mucho. Así que lo relevante el 29 de diciembre fue el simbolismo de una ejecución que confirma el círculo vicioso de la violencia en Irak.
Hubiera sido más certero decir que Saddam fue asesinado. Las máscaras de los encargados de eliminarlo constituyeron un mal disfraz de justicia. Quizás sirvieron para vestir como verdugos a los encargados de liquidarlo, pero no para esconder el móvil del asesinato: eliminar un testigo comprometedor. Como en cualquier guión de película de mala calidad, Saddam Hussein “sabía demasiado”.
Sólo él conocía los nombres de las compañías que le vendieron las armas químicas para bombardear a los pueblos kurdos y las tropas de Irán. El sabía los nombres de los funcionarios en Washington y Bruselas que autorizaron las ventas de material de guerra durante los años 80 a pesar de las restricciones sobre comercio de armas en el Medio Oriente. También estaba enterado del nombre de los agentes que semanalmente le proporcionaron imágenes de satélite sobre las líneas enemigas durante la guerra con Irán que cobró más de un millón de muertes.
Saddam hubiera sido un formidable testigo de cargo sobre los crímenes perpetrados por Estados Unidos en toda la región en los pasados 20 años. Por eso era impensable hacerle correr la suerte de Slobodan Milosevic, el depuesto presidente de Serbia, y enviarlo para ser juzgado por un tribunal internacional en La Haya. Sobraban argumentos técnicos que justificaban un juicio internacional, pero Estados Unidos prefirió que lo juzgaran sus títeres en Bagdad. De lo contrario, Saddam habría soltado la lengua para deleite de la prensa internacional.
Alguna vez Henry Kissinger afirmó que era más peligroso ser aliado de Estados Unidos que enemigo. Tenía razón y Saddam Hussein lo pudo comprobar. Los esbirros encapuchados encargados de liquidarlo, como miembros de cualquier célula del olvidado al-Zarqawi, le explicaron cómo tronaría su pescuezo en el patíbulo. Pero no tuvieron que explicarle lo que ya sabía: Estados Unidos necesitaba eliminar al testigo más importante de sus crímenes de guerra. En los juicios de Nuremberg después de la segunda guerra mundial, hasta los criminales nazis tuvieron un juicio supervisado por un tribunal internacional. En cambio, en Bagdad, Estados Unidos acaba de sentar un precedente tan peligroso como denigrante.
De todas maneras, pocos derramaron lágrimas al conocer la ejecución. Hussein fue un sanguinario dictador con la muerte de cientos de miles de personas a cuestas. Pero la pena de muerte impuesta después de un juicio montado por una potencia invasora, no tiene nada que ver con la justicia. Eso sí, revela una vez más el gusto por la pena capital en Estados Unidos. Es una vieja idea muy arraigada en ese país: está bien matar a alguien si uno siente que tiene una buena razón para hacerlo. Es así que la venganza se disfraza tantas veces de justicia.
La ejecución de Saddam Hussein dentro de la súper fortificada Zona Verde en Bagdad, es otro acto de relumbrón en ese mal guión que es la aventura de Washington en Irak. Estados Unidos no tiene ninguna estrategia para su guerra loca. Lo único que hay en la febril mente de Bush son actos rodeados de una mediocre escenografía. Por eso cree que todo puede arreglarse con episodios como su aterrizaje disfrazado de piloto de combate en el portaviones USS Abraham Lincoln. ¿Cuál será el próximo acto de esta trágica comedia?
Es una hipótesis plausible que los arquitectos de la invasión de Irak pensaron que la inestabilidad en la región sería tan grande que nadie en Estados Unidos se atrevería a recomendar la retirada. Pues ya se equivocaron. A principios de diciembre el Grupo de Estudio sobre Irak, un equipo capitaneado por James Baker, amigo de la familia Bush, presentó el resultado de sus análisis. Después de reconocer que la situación en Irak es grave y continúa deteriorándose, el equipo formuló su principal recomendación: comenzar la retirada de tropas estadunidenses a principios de 2008.
A contrapelo, la Casa Blanca tiene otros planes: aumentar la presencia militar en Mesopotamia. No se habla de escalada, como en los tiempos de Vietnam, sino de un “pico temporal” en el envío de refuerzos a las atribuladas tropas imperiales. Ya se está manejando la cifra de unos 30 mil soldados adicionales “durante un periodo de seis meses”. Es posible que el anuncio lo haga el nuevo jefe del Pentágono, Robert Gates, un funcionario que toda su vida se la ha pasado haciendo caravanas a sus superiores. Quizás lo anuncie el propio Bush, aconsejado por asesores que le susurran al oído que esta guerra se puede “ganar”.
Un hecho es incontrovertible: en Washington nadie sabe qué hacer en Irak. Mientras tanto, un nudo corredizo se cierra inexorablemente sobre la aventura imperial.
Saddam se despide por escrito deseando larga vida a la Yihad
El recientemente ejecutado dictador iraquí explica en una carta su muerte como martir “me ofrezco a Dios como sacrificio” y la injusticia de un proceso dictado por los “invasores”, también referidos como “opresores” .
En ella matiza que la escribe por consejo de sus abogados y se queja del proceso judicial, a sus ojos, ilegítimo por ser al dictado de “los invasores”.
Como era previsible, califica su ejecución como un martirio. La despedida es claramente beligerante: “Larga vida a Irak, Viva Irak… Larga vida a Palestina… Vivan la yihad y los muyaidines”.
Carta íntegra de Sadam Hussein entregada a su familia a modo de despedida.
“In the past, I was, as you all know, in the battlefield of jihad and struggle.God, exalted by He, wished that I face the same again in the same manner and the same spirit in which we were before the revolution but with a problem that is greater and harsher.Oh beloved, this harsh situation, which we and our great Iraq are facing, is a new lesson and a new trial for the people by which to be judged, each depending on their intention, so that it becomes an identifier before God and the people in the present and after our current situation becomes a glorious history.It is, above all, the foundation upon which the success of the future phases of history can be built.In this situation and in no other, the veritable are the honest and faithful and the opposing are the false.
When the insignificant people use the power given to them by the foreigners to oppress their own people, they are but worthless and lowly. In our country only good must result from what we are experiencing.
To the great nation, to the people of our country, and humanity: Many of you have known the writer of this letter to be faithful, honest, caring for others, wise, of sound judgement, just, decisive, careful with the wealth of the people and the state… and that his heart is big enough to embrace all without discrimination.
His heart aches for the poor and he does not rest until he helps in improving their condition and attends to their needs.
His heart contains all his people and his nation, and he craves to be honest and faithful without differentiating between his people except on the basis of their efforts, efficiency, and patriotism.
Here I am speaking today in your name and for your eyes and the eyes of our nation and the eyes of the just, the people of the truth, wherever their banner is hoisted.
You have known your brother and leader very well and he never bowed to the despots and, in accordance with the wishes of those who loved him, remained a sword and a banner.
This is how you want your brother, son or leader to be… and those who will lead you (in the future) should have the same qualifications.
Here, I offer my soul to God as a sacrifice, and if He wants, He will send it to heaven with the martyrs, or, He will postpone that… so let us be patient and depend on Him against the unjust nations.
In spite of all the difficulties and the storms which we and Iraq had to face, before and after the revolution, God the Almighty did not want death for Saddam Hussein.
But if He wants it this time, it (Saddam’s life) is His creation. He created it and He protected it until now.
Thus, by its martyrdom, He will be bringing glory to a faithful soul, for there were souls that were younger than Saddam Hussein that had departed and had taken this path before him. If He wants it martyred, we thank Him and offer Him gratitude, before and after.
The enemies of your country, the invaders and the Persians, found that your unity stands as a barrier between them and your enslavement.
They planted and grounded their hateful old and new wedge between you.
The strangers who are carrying the Iraqi citizenship, whose hearts are empty or filled with the hatred that was planted in them by Iran, responded to it, but how wrong they were to think that they could divide the noble among our people, weaken your determination, and fill the hearts of the sons of the nation with hatred against each other, instead of against their true enemies that will lead them in one direction to fight under the banner of God is great: The great flag of the people and the nation.
Remember that God has enabled you to become an example of love, forgiveness and brotherly co-existence…
I call on you not to hate because hate does not leave a space for a person to be fair and it makes you blind and closes all doors of thinking and keeps away one from balanced thinking and making the right choice …
I also call on you not to hate the peoples of the other countries that attacked us and differentiate between the decision-makers and peoples…
Anyone who repents - whether in Iraq or abroad - you must forgive him…
You should know that among the aggressors, there are people who support your struggle against the invaders, and some of them volunteered for the legal defence of prisoners, including Saddam Hussein…
Some of these people wept profusely when they said goodbye to me…
Dear faithful people, I say goodbye to you, but I will be with the merciful God who helps those who take refuge in him and who will never disappoint any faithful, honest believer… God is Great… God is great… Long live our nation… Long live our great struggling people…
Long live Iraq, long live Iraq… Long live Palestine… Long live jihad and the mujahideen.
Saddam Hussein
President and Commander in Chief of the Iraqi Mujahid Armed Forces
[Additional note:]
I have written this letter because the lawyers told me that the so-called criminal court - established and named by the invaders - will allow the so-called defendants the chance for a last word.
But that court and its chief judge did not give us the chance to say a word, and issued its verdict without explanation and read out the sentence - dictated by the invaders - without presenting the evidence.
I wanted the people to know this”.
El asesinato político de Sadam.Otro crimen de Bush
La muerte de Sadam Husein fue otra frustración para Estados Unidos y el gobierno de Bush. Habrían deseado que el líder iraquí subiese al cadalso temeroso, cobarde, resquebrajado, lloroso, arrepentido. En lugar de ello fue un hombre íntegro el que se mostró allí: enérgico, imperturbable, ecuánime, categórico en sus criterios, con una altiva dignidad que habla mucho del temple de su carácter. Sus verdugos, en cambio, se movían en torno a él como grotescos gorilas, irrespetuosos, agresivos, frenéticos con su misión letal.
Sadam cometió crímenes contra su pueblo, fue un factor de desunión entre los árabes, fue excesivamente belicista y agresivo frente a sus vecinos, fue cómplice de Estados Unidos en su etapa inicial. Su derrocamiento, debido a sus numerosos errores, fue una sanción adecuada, pero no debió Bush llevar su venganza al extremo de cometer un crimen más.
Bush ha tratado de desligarse de este asesinato y trata de hacer creer al mundo que se trató de un juicio y ejecución enteramente iraquíes. Posiblemente los pasamontañas que cubrían a los ejecutores sirvieron para ocultar a fornidos marines yanquis encargados del asesinato. Nadie ha creído tal desvinculación. Los periódicos de todo el mundo destacan este homicidio como una fabricación norteamericana. También tratan de hacer ver que a la ejecución siguió un júbilo generalizado. Solamente pudieron mostrar a unas pocas docenas de funcionarios cómplices de los ocupantes, en Bagdad, y a un grupito de yancófilos en Michigan. Sin embargo, no han revelado las inmensas peregrinaciones que ya comienzan a marchar hacia Tikrit, para rendir su homenaje ante la tumba de Sadam.
La principal objeción es que el juicio no respetó las normas usuales de las prácticas de justicia ni los procedimientos habituales de la jurisprudencia. Hubo serias irregularidades durante el proceso. También resulta discutible que bajo una ocupación militar represiva pueda un país alentar un sistema judicial y hallar autoridades responsables como para juzgar con objetividad. Human Rights Watch denunció en un informe las deficiencias observadas en el juicio contra Husein y calificó de “poco sólido” el veredicto que lo condenaba a muerte.
En un comunicado difundido en Ginebra, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, reiteró sus dudas sobre la probidad legal que rodeó el proceso. Los gobiernos de Brasil y de Chile condenaron la pena de muerte impuesta a Husein. A su vez, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó la ejecución. El líder libio, Muamar Kadafi, criticó el crimen cometido: “Sadam Husein es un prisionero de guerra y fue derribado por las fuerzas de ocupación, no por el pueblo iraquí. Su juicio, por tanto, es ilegal y una mascarada”, declaró ante diplomáticos árabes y occidentales.
En el reciente libro “Cien horas con Fidel” del periodista Ignacio Ramonet, se menciona que el presidente cubano expresó en una carta a Sadam, al referirse a la invasión de Kuwait, su preocupación por las graves consecuencias que tal acción tendría: “Considero muy probable que Estados Unidos… aprovechen la ocasión para intervenir militarmente en el conflicto y golpear fuertemente a Iraq.” Y más adelante decía: “…la guerra se desatará inexorablemente si Iraq no está dispuesta a lograr una solución sobre la base de retirarse de Kuwait. Esa guerra puede ser sumamente destructora para la región…” Y así fue, efectivamente tal como el líder cubano previó.
Sadam fue una criatura de Estados Unidos. Reagan le envió a Rumsfeld para alentar la agresión a Irán, que entonces les preocupaba por la actitud independiente de Jomeini. Ahí está la famosa foto de Rumsfeld estrechando efusivamente la mano a Sadam. Con el apoyo a Sadam pretendían balancear el peso de Irán en la región, que era manifiestamente adverso a Reagan. Cuando comenzó la guerra Iraq-Irán Estados Unidos respaldó abiertamente a Sadam enviándole armamento y componentes químicos para artefactos de sofocación.
BUSH ES = O PEOR K SADAM
Nuestra complicidad murió con él
Lo hicimos callar. El momento en que el encapuchado verdugo de Saddam jaló la palanca que abrió la trampa de la horca en Bagdad, la mañana del sábado, los secretos de Washington quedaron a salvo. El vergonzoso, excesivo y oculto poder militar que Estados Unidos y Gran Bretaña dieron a Saddam durante más de una década sigue siendo la historia terrible que nuestros presidentes y primeros ministros no quieren recordar. Ahora Saddam, quien sabía la verdadera dimensión de ese apoyo occidental que le permitió perpetrar algunas de las peores atrocidades desde la Segunda Guerra Mundial, está muerto.
Se ha ido el hombre que personalmente recibió ayuda de la CIA para destruir al Partido Comunista de Irak. Después de que llegó al poder, la inteligencia estadunidense le daba a sus serviles colaboradores la dirección en que vivían comunistas, tanto en Bagdad y como en otras ciudades, con el fin de desbaratar la influencia que tenía la Unión Soviética sobre Irak. Los mujabarats de Saddam visitaban cada hogar, arrestaban a todos sus ocupantes y luego los asesinaban. Los ahorcamientos públicos eran para los saboteadores; para los comunistas, sus esposas e hijos se reservaba un trato especial: torturas extremas antes de ser ejecutados en Abu Ghraib.
Existe en todo el mundo árabe la evidencia de que Saddam sostuvo una serie de reuniones con funcionarios estadunidenses de primer nivel antes de su invasión a Irán de 1980. Tanto él como el gobierno estadunidense estaban convencidos de que la república islámica se derrumbaría cuando Saddam enviara a sus legiones al otro lado de la frontera, por lo que el Pentágono recibió instrucciones de dar asistencia a la maquinaria militar iraquí proveyendo inteligencia sobre las técnicas de batalla de los iraníes.
Un helado día de 1987, no muy lejos de Colonia, me reuní con un traficante de armas alemán, quien inició esos primeros contactos directos entre Washington y Bagdad por órdenes de Estados Unidos.
“Señor Fisk, muy al principio de la guerra, en septiembre de 1980, fui invitado a ir al Pentágono”, dijo. “Ahí, me entregaron las más recientes fotos satelitales que Estados Unidos había tomado del frente iraní. Podía verse todo en esas imágenes. Había emplazamientos de artillería iraní en Abadan y detrás de Jorramshar, trincheras en la ribera este del río Karun, barricadas antitanque miles a todo lo largo de la frontera iraní hacia el Kurdistán. Ningún ejército podía desear más que esto. Yo llevé esos mapas en un avión de Washington a Francfort y de ahí me trasladé directo a Bagdad en uno de Iraqui Airways. ¡Los iraquíes estaban muy pero muy agradecidos!”
En ese entonces yo cubría la guerra con los comandos de avanzada de Saddam, bajo las granadas iraníes, y ahí noté que los militares iraquíes alinearon sus fuerzas de artillería en posiciones muy alejadas del frente de batalla, lo que decidieron con base en los detallados mapas de las posiciones iraníes con que contaban.
Sus bombardeos contra Irán en las afueras de Basora permitieron que los primeros tanques iraquíes cruzaran el río Karun en sólo una semana. El comandante de esa unidad de tanques alegremente rehusó decirme cómo fue que adivinó cuál era el único puente que el ejército iraní no tenía defendido. Hace dos años nos encontramos de nuevo, en Ammán, y sus subalternos lo llamaban “general”, rango que Saddam le concedió después de ese ataque de tanques al este de Basora, cortesía de la información de inteligencia de Washington.
La historia oficial iraní de la guerra de ocho años con Irak registra que la primera vez que Saddam usó armas químicas fue el 13 de enero de 1981. El corresponsal de Ap en Bagdad, Mohamed Salaam, fue llevado a ver el lugar en que se consumó la victoria militar iraquí al este de Basora.
“Comenzamos a caminar y a contar los cuerpos”, relató. “Caminamos kilómetros y kilómetros en esa mierda de desierto, contando. Cuando llegamos a alrededor de 700, perdimos la cuenta y tuvimos que comenzar de nuevo… Los iraquíes habían usado, por primera vez, una combinación: gas nervioso que paralizaría los cuerpos de sus enemigos y gas mostaza para ahogarlos desde los pulmones, por eso es que todos habían vomitado sangre”.
En ese momento los iraníes denunciaron que Estados Unidos había dado ese terrible coctel a Hussein y Washington lo negó. Pero los iraníes tenían razón. Las largas negociaciones que llevaron a la complicidad de Estados Unidos en esta atrocidad continúan siendo un secreto. Se sabe que el ex secretario de Defensa estadunidense Donald Rumsfeld era en ese momento uno de los punteros del presidente Ronald Reagan. Seguramente Saddam conocía a detalle esta historia…
الألمان اعتبروا إعدام صدام عملا لا يمكن تصوره (الفرنسية)
‘La ocupación es ilegal y no puede sobrevivir por la comisión de nuevas atrocidades’ .
[…] El tribunal, orquestado por EEUU, que sentenció al Presidente Sadám Huseín no tiene fundamento legal. […] El Presidente Sadam Huseín es un prisionero de guerra cuya situación está protegida por la legislación internacional [1]. Además, es el presidente legítimo de la República de Iraq. La ocupación estadounidense no puede ejecutarle legalmente. Sadam no puede ser ejecutado legalmente según la constitución de Iraq de 1990, que sigue vigente a pesar de la imposición ilegal de una constitución iraquí permanente escrita por Estados Unidos
[…] Que EEUU invadiera ilegalmente Iraq y estableciera un proceso político ilegal y un gobierno iraquí colaboracionista sólo agrava la violación de los derechos personales y de soberanía del presidente Sadam Huseín y la afrenta al conjunto de Iraq.
[…] La invasión de la República de Iraq, liderada por EEUU, fue ilegal y no puede legalizarse por la ejecución del legítimo presidente de Iraq. La ocupación es ilegal y no puede sobrevivir por la comisión de nuevas atrocidades.
La venganza es un plato que se sirve mejor en frío
Sadam y los Bush, una historia personal.
La ‘vendetta’ internacional, jalonada por mutuos intentos de asesinato, acusaciones, y dos guerras culminacon el ahorcamiento del dictador iraquí.
Sadam Huseín no ha sido solamente un problema central y recurrente en la vida política de los dos Bush –padre e hijo– que han tenido el privilegio de ocupar el Despacho Oval. El prolongado antagonismo entre la primera familia del Partido Republicano de Estados Unidos y el clan suní encabezado por el brutal ex dictador de Irak ha sido también un pulso intensamente personal, hasta el punto de haber incluido mutuos intentos de asesinato y toda una superlativa retórica de mala sangre acompañada por dos guerras sucesivas.
La saga, que empezó en 1990 con la veraniega invasión de Kuwait, y que ha concluido finalmente con el ahorcamiento en Bagdad del depuesto tirano, además de monopolizar el paso de los Bush por la Casa Blanca ha tenido una dimensión que no tiene mucho que ver con despegadas responsabilidades de Gobierno. Tal y como quedó demostrado en abril de 1993, cuando ya derrotado por Bill Clinton, Bush padre visitó el liberado emirato kuwaití entre grandes festejos, acompañado por su esposa Bárbara, su hijo Neil, y la actual primera dama Laura.
Una vez convertido en presidente, Bush hijo pronunció en septiembre de 2002 un comentado discurso en Houston, Texas, afirmando que el derrocamiento de Sadam era una responsabilidad especial de Estados Unidos, y argumentando que “otros países se enfrentan al mismo riesgo, pero no hay duda de que el odio del dictador iraquí se dirige especialmente a nosotros. Después de todo, este es el tipo que intentó matar a mi padre”. Justo en el último momento antes de la invasión en marzo del 2003, la Casa Blanca tuvo ocasión de ajustar cuentas al recibir informaciones logradas por la CIA sobre el paradero del peripatético Sadam en dos posibles lugares de Bagdad.
Ataque especial
Tras una larga reunión, George Bush autorizó personalmente un ataque especial con cuarenta misiles disparados desde unidades de la Navy, rematado con bombas antibúnker lanzadas por dos aviones F-117A. Aunque fallase la oportunidad de “decapitar” al régimen de Sadam durante la noche del 19 de marzo de 2003, la Casa Blanca tuvo que enfrentarse a cuestiones sobre el supuesto incumplimiento de la legislación de Estados Unidos que prohíbe participar en intentos de asesinatos de líderes extranjeros.
Dentro de este historial personalizado tampoco han faltado insultos y acusaciones de toda clase. Junto a los floreados epítetos en árabe emitidos por Sadam, tanto Bush padre como Bush hijo no han dudado en comparar a su enemigo con el mismísimo Adolf Hitler.
En esta dinámica, posiblemente nadie se alegró más que Sadam Huseín –al que se le atribuye El padrino como su película favorita– cuando Bush padre perdió su reelección pese a haber alcanzado extraordinarias cuotas de popularidad del 90% tras la Tormenta del desierto . Derrota que dio pie a numerosos análisis sobre la tremenda ironía de que el ex dictador iraquí siguiera controlando todo férreamente en su puesto, mientras que el electorado de Estados Unidos optaba por jubilar a su principal enemigo.
El tópico de que la venganza es un plato que se sirve mejor en frío fue confirmado en enero de 2004, tras la publicación de un indiscreto libro por parte del dimitido secretario del Tesoro Paul O´Neil.
En aquella ocasión, George Bush reconoció por primera vez durante una conferencia de prensa en México que desde su desembarco en la Casa Blanca estuvo empeñado en lograr un punto y final para Sadam Huseín. Obsesión que finalmente pudo materializarse tras el 11-S pero que empezó a manifestarse desde la primerísima reunión de Bush hijo con su equipo de seguridad nacional.
La detención el 13 de diciembre de 2003 del fugitivo ex dictador en un zulo a las afueras de Tikrit, tras la muerte a tiros de sus dos hijos en Mosul, ha resultado ser el principio del final para un pulso legendario, completado por dos guerras, y en el que el sátrapa Sadam Huseín no ha reído el último.
Cagándola. (como crear un mártir.)
Vaya por delante que en mi opinión cualquier tirano debería dejar de existir, antes de provocar los males por los que se les cataloga como eso, tiranos. Sea por una vez que los crímenes de cualquier dictador asesino mercen un castigo ejemplar, pero lo de Saddam Hussein ha sido como poco, lo más parecido a un ajuste de cuentas entre bandas rivales de cualquier arrabal del extrarradio de cualquier megaciudad.
El acoso al “monstruo”, antes amigo y cuando sacó los pies del tiesto, enemigo mortal, vienen de la época de Bush padre y entroncan con la autonomía que este mismo tirano iba adquiriendo de la potestad y el apoyo iniciales que la CIA, el Gobierno ultraneoliberal del Rasputín moderno Paul Wolfowitz, fue lo que hizo temer tanto a los EE.UU. como a Israel, que el fenómeno Saddam, estaba escapándose de su control.
Mucho se ha escrito sobre la invesión de Kuwait por parte del ejército Iraquí, y de la trampa que le tendieron al consentir y después negar su anuencia a tamaña operación, a partir de ahí se gana el petróleo Kuwaití por ser el salvador de la agresión Iraquí y también el de Saddam, por ser territorio conquistado.
El tirano, que lo era pero no tonto, viéndole las orejas al lobo se retiró a sus aposentos de “verano” para esperar mejores tiempo, sin embargo lo que no tuvo valor o no supo hacer el padre, se hizo en nombre del hijo y como clara culminación de la estrategia de la guerra preventiva, diseñada y alimentada por el actual presidente del BM. No es casualidad que al tiempo Israel le haya dado cuerda a su máquina de guerra también, en una clara señal de la estrategia genocida que siempre ha quedado impune gracias al amparo de los EUA, dejando toda aquella zona como el avispero que es en la actualidad y que después de la ejecución de esta mañana, ha encontrado a un nuevo mártir.
Todos, excepto USA, piden que no se le ejecute
Las críticas y llamamientos a la suspensión de la pena de muerte por ahorcamiento contra el ex presidente iraquí; Saddam Hussein proliferaron desde todas partes del mundo, mientras Estados Unidos valoraba la ejecución como un “hito importante”.
La Casa Blanca justificó de esta manera la ratificación, dispuesta el martes, de la condena a muerte contra el depuesto presidente de Irak y dos de sus antiguos colaboradores, sentenciados a la pena capital en noviembre por el asesinato de 148 chiíes iraquíes de la aldea de Duyail.
Scott Stanzel, uno de los portavoces de la Casa Blanca, aseguró que la jornada del martes “marca un hito importante en los esfuerzos de los iraquíes para reemplazar las reglas de un tirano por las normas de la ley”.
En el plano internacional, se multiplican las críticas a la decisión del Tribunal de Apelación de lo Penal de ratificar la sentencia contra el ex dictador de morir en la horca en un plazo máximo de 30 días.
El Gobierno de Alemania reiteró en Berlín su rechazo a la condena a muerte de Saddam Husein y tomó “nota” de la decisión del tribunal iraquí.
Respecto al proceso, el portavoz gubernamental alemán Thomas Steg evitó pronunciarse y se limitó a decir que “no había indicio alguno” de que el juicio vulnerase el derecho vigente iraquí.
Francia, por su parte, confirmó que hay contactos entre los países comunitarios para evaluar el rechazo de la de la ejecución tras la ratificación de la sentencia a muerte.
Portavoces del Ministerio francés de Asuntos Exteriores recordaron que Francia y la Unión Europea en general se han expresado a favor de la abolición universal de la pena capital, como ya hicieron en noviembre tras conocer la condena a Saddam Hussein por su responsabilidad en la matanza de Duyail.
“Después de que la sentencia haya sido confirmada muchos países europeos se han manifestado en esa línea”, indicaron.
En cuanto a la decisión judicial, que “pertenece al pueblo y a las autoridades soberanas de Irak”, los voceros europeos citados por la agencia EFE proponen abogar para que los iraquíes trabajen “en la reconciliación nacional y favorezcan la plena soberanía del país”.
También el gobernante Partido Socialista español recalcó que todos los países de la UE, incluido España, están en contra de la pena de muerte “sea quien sea” el condenado e instó a que la comunidad internacional “pida que no se ejecute” a Saddam Hussein.
Según la portavoz socialista en la Comisión de Exteriores del Parlamento español, Fátima Burto, una ejecución “nunca ha tenido la virtud de frenar la criminalidad” y “degrada al Estado que la inflige”.
Aunque la situación en Irak “es difícil” que vaya a peor, “ejecutar a Saddam Hussein no va a ir a favor” del futuro del país, sino que “probablemente lo que se consiga es crear un mártir”, dijo.
En la misma línea, el Gobierno indio se mostró contrario a que se aplique la condena a muerte a Saddam Hussein y, en un comunicado, el portavoz de Asuntos Exteriores, Navtej Sarna, expresó su “esperanza” en que la sentencia no se lleve a cabo y “se perdone la vida” al ex dictador.
“Esperamos que nadie dé pasos que puedan obstruir el proceso de reconciliación o que retrasen la restauración de la paz en Irak”, señaló.
La presidenta de la sección española de Amnistía Internacional (AI), Eva Suárez, pidió a la comunidad internacional que ejerza “toda la presión” sobre Irak para paralizar la ejecución y se permita la reparación de miles de víctimas cuyos juicios siguen pendientes, pues, de lo contrario, éstas quedarán en una situación de “tremenda indefensión”.
En la misma línea, Human Rights Watch (HRW) calificó de “error” la ratificación de la sentencia de muerte y pidió al Gobierno iraquí que no permita su aplicación.
“La imposición de la pena de muerte, injustificable en ningún caso, es especialmente errónea en un proceso tan injusto como éste”, afirmó en un comunicado HRW.
La Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH) pidió al presidente iraquí, Jalal Talabani, que ordene una moratoria de la condena de muerte dictada contra Saddam Hussein y dos de sus antiguos colaboradores.
I wish you a merry Chritsmas !!
El amigo texano de Aznar, Ansar como él le llama, se ha marcado otra de las suyas al promover junto a su perrito Barney, un DVD (¡otro!) de navidad, que si no fuera por lo que tiene detrás, diría que es una Maragallada, bueno en este caso una Bushada, a diferencia del bueno de Pascual, que podía caer más o menos bien, es que lo de George no hace ni puta gracia.
La familia Bush padre e hijo, llevan sobre sus espaldas la mayor masacre de la historia mundial después del holocausto judío, el primero iniciando la guerra del Golfo contra Saddam al que no pudo derrocar y el segundo acabando la faena que el otro empezó, en busca de unas AMD que nunca existieron, digno hijo de su padre.
Después de la que ha liado en Iraq y por extensión en Oriente Medio, a cualquier persona normal, le costaría hasta conciliar el sueño, sin embargo George, tocado por ese integrismo mesiánico que asusta, nos transmite su percepción de estar por encima del bien y del mal, aunque a sus pies yazcan ya más de 600.000 muertos.
Debe ser cosa de familia, los lobbys influyentes de los EUA, cuando se encuentran un filón como los Bush, deben de volverse locos de contentos, lo malo de esto es que intuyo que no es una tara familiar sino que va mucho más allá, o ¿acaso alguien ha olvidado a Ronald Reagan?.
Si les parece que cuatro mandatos presidenciales no son suficientes, los del padre e hijo, siempre les queda la opción de promover al hermano tonto de George, el gobernador de Florida al cargo de presidente o si no echar mano entre el elenco de profesionales de Hollywood, los Arnold Schwarzenegger o Bruce Willis o al duende de Sreek, que para el caso lo mismo da.
publicado inicialmente en www.xarop.net (9/12/2006).
La Fabrica de las Mentiras
Este artículo fue publicado el 2 de febrero de 2004.
La célula. Así llamaban a una unidad secreta del Pentágono creada poco después del 11-S y cuya finalidad era fabricar las pruebas necesarias que justificaran la invasión de Irak. Al frente se encontraba un halcón neoconservador que purgo todas las escalas de los servicios secretos con el objetivo de situar en ellos a elementos proclives a la ideología neo-fascista que se encuentra instalada en la Casa Blanca. David Wurmser, hombre de confianza del subsecretarios de defensa Paúl Wolfowitz (ahora director del Banco Mundial), era el elegido para dirigir esta Fabrica de Mentiras.
A juicio del alférez Karen Kwiatowski, que vivió los entresijos de La Célula y los preparativos de la guerra desde la Oficina de Oriente Medio y Surasia (NESA) del Pentágono, ” aquello no era una oficina de inteligencia, sino de propaganda, cogían una información de aquí, otra de allá, hacían que sonara como algo excitante y amenazante…Funcionaba como una maquinaria muy organizada: gente al servicio de la agenda neoconservadora, como si tuvieran desde el principio una misión muy concreta”.
Pero esta maquina propagandista, no hubiera tenido su relativo éxito, si la voluntad política no hubiera estado predispuesta a una invasión cuyos objetivos reales se muestran al mundo actualmente y en toda su crudeza. “Si estábamos buscando las ADM, que fue la razón principal por lo que España actuó, y no se encuentran, todo se pondría en tela de juicio”. Palabras de Inocencio Arias, a la sazón embajador en Naciones Unidas, el 8 de agosto de 2003. Tras la pertinente llamada de atención desde Moncloa, el español se lo pensó mejor y soltó el famoso “no hay mal que por bien no venga, sino se encuentran las armas pero en Irak se impone un régimen democrático mas o menos estable”. Objetivo que si bien le sirvió para salir medianamente airoso, el tiempo ha demostrado que Irak se encamina hacia un régimen Islámico de corte Iraní.
Más prudente fue Tony Blair, que admitió desde un principio que tal vez las armas nunca se encontraran. Descubierto el pastel en su país, la forma fraudulenta de manipular las supuestas pruebas, manifestó el premier británico que ” la historia nos perdonara al haber acabado con la amenaza terrorista”. De nuevo se demuestra que la mentira tiene patas cortas. El mismo presidente estadounidense admite ahora que no existen pruebas que relacionen a Sadam con la organización Al-Qaeda de Bin Laden.
Su buen amigo José Maria Aznar manifestó hasta el cansancio que esas armas serian encontradas. Aznar se ratificaba en la carta que firmo junto a otros siete mandatarios europeos el 30 de enero de 2003, en la que se hablaba de la necesidad de “liberar al mundo del peligro que supone que Sadam Hussein tenga este tipo de armas”. Asimismo manifestaba con énfasis ” decir que Irak cuenta con armas de destrucción masiva no forma parte del terreno de la fantasía”, asumiendo como propias las pruebas fabricadas por La Célula y los Servicios Secretos Británicos, que finalmente se ha demostrado son un fraude histórico. El proclive presidente español fue mas allá cuando manifestaba en el congreso de los diputados que “respecto al programa de armas nucleares, Irak ha intentado reiteradamente adquirir tubos de aluminio de alta calidad, aptos para enriquecer Uranio”, atribuyendo erróneamente la información a los expertos de Hans Blix cuando en realidad la había suministrado Washington desde su particular fabrica. Mohamed el Baradei, (OIEA), zanjo ese tema el 7 de marzo de 2003, al afirmar ante el consejo de seguridad que esas acusaciones eran “totalmente infundadas”.
Pero para esperpento, el protagonizado por la ministra de exteriores española, Ana Palacio. Todavía resuenan las carcajadas en todo el orbe cuando manifestaba que ” la existencia de dichas armas estaba demostrada desde antes del inicio de la guerra”, y que esos mismos días se habían encontrado algunas “en pozos cavados en medio del desierto”. Las armas a las que aludía la ministra no resultaron ser tales, y tampoco laboratorios móviles para fabricar ADM. Los expertos de la Agencia de Inteligencia del Pentágono concluyeron que se trataba de camiones destinados a la producción de hidrogeno para globos meteorológicos. Palacio recomendó entonces esperar a ver que pasaba porque “Irak es un país muy grande”. Mas patetismo imposible.
Casi a la altura de la ministra española, se puso su buen y admirado amigo Donald Rumsfeld. Este se cubrió bien las espaldas al afirmar que posiblemente las armas hubieran sido trasladadas a otro país, insinuando que Siria pudo ser la estación termino. El gobierno de Damasco respondió proponiendo en el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución para que todo Oriente Medio fuera declarado zona sin ADM. Evidentemente EE.UU impidió que esa propuesta prosperara debido al arsenal con que cuenta Israel, país que no ha firmado el conjunto de tratados y convenciones internacionales sobre armas de destrucción masiva.
Y finalmente llega el desenlace a toda esta gran mentira urdida en torno al deseado petróleo iraquí.
David Kay, experto en ADM, sostuvo ante el Comité de Inteligencia del Senado, que “fue un error pensar que Bagdad tenia armas químicas y bacteriológicas”. Puesto por George W. Bush al frente de 1500 inspectores, con sofisticados medios de búsqueda para encontrar unas armas que demostraran al mundo que EE.UU. y sus aliados tenían razón, termino dimitiendo de su puesto y declarando: “Estábamos todos equivocados, algo que resulta inquietante”. Este jefe de inspectores termino pidiendo que se investigara a la CIA por los informes que presento al gobierno y que fueron utilizados como argumento clave para lanzar la guerra.
Las conclusiones de Kay suponen un duro golpe para Bush y Blair, pero Aznar no se da por aludido. Ana Palacio, autentica para golpes , manifestó al respecto que en el caso del gobierno de España, no se le podía acusar de haber inflado nada. Tiene razón la ministra. El gobierno español se limito a traducir al castellano las alarmantes acusaciones de George W. Bush y Tony Blair, este ultimo escapado por los pelos en el juicio por el caso Kelly.
Se evidencia el gigantesco montaje político, mediático y chantajista a múltiples niveles, desarrollado por la administración Bush, sometiendo a la comunidad internacional a presiones de toda índole, saltándose final y unilateralmente la legalidad vigente, provocando una guerra sin justificación, miles de muertos, la destrucción total de un país, que dejado sin estructuras sociales tras la guerra, se enfrenta a un tenebroso y violento futuro.
La confabulación ha saltado por los aires. La Célula monto un entramado descomunal para conducir al mundo a la actual situación de guerra permanente y desestabilización sin precedentes en Oriente Medio, todo por el negocio petrolero. Alguien debe sentarse en el banquillo de los acusados.
Ana Palacio
Tener amigos influyentes le ha servido a Ana Isabel Palacio del Vallelersundi (Madrid, 22-7-1948) para ser nombrada vicepresidenta y responsable jurídica del Banco Mundial. El presidente del organismo, el halcón Wolfowitz, ex subsecretario de Defensa con Bush , ha depositado su confianza en la ex ministra aznarista de Exteriores.
Palacio se lo merecía. Cómo olvidar aquella sonada intervención suya en el Consejo de Seguridad de la ONU en vísperas de la guerra de Irak (marzo del 2003) pidiendo que no se diera más tiempo a Sadam Husein, porque eso era, “parafraseando a un pensador francés, la estrategia de la impotencia”. La verdadera impotencia llegó después, como ella misma reconoció a los ocho meses de la toma de Bagdad: “La vida cotidiana en Irak está peor de lo que estaba con Sadam”. El ataque de sinceridad le costó una reprimenda de Aznar, pero la cosa no pasó a mayores.
Otra muestra de que Palacio ha conservado las buenas amistades de aquella época la tenemos en esta confesión suya cuando ya no era ministra: “He cenado con Condoleezza Rice sin agenda, como amigas
El Periódico de Catalunya. 19/06/2006
Ya que las fuerzas estadounidenses han detenido a dos diplomáticos iraníes que estaban de visita en Irak, invitados por el “presidente iraquí”, Yalal Talabani, según ha informado hoy el portavoz de presidencia, Hiwa Osman. En unas declaraciones a la televisión estatal Al Iraquiya, el responsable iraquí ha expresado el profundo malestar de Talabani por lo sucedido, sin dar más detalles sobre este asunto. El Gobierno iraní ha advertido que estas detenciones “ilegales” tendrán “consecuencias desagradables”.
El diario estadounidense The New York Times había informado de la detención de, al menos, cuatro diplomáticos iraníes en Irak, a quienes el ejército estadounidense acusa de preparar ataques contra soldados iraquíes.
El largo y tortuoso camino
Cuando la invasión de Irak estuvo lista, empezó el baile, el juego. Todo fue una farsa. Se utilizó a la ONU de manera vergonzante, obligando a esa organización a interpretar una función de la que se conocía el final. O mejor dicho, el principio. El final está lejos de saberse, de escribirse.
Todo comenzó con una farsa y continuó con una farsa: la de la creencia que todo sería fácil y sin complicaciones. Los ingenieros de aquella maniobra fueron capaces de sortear la oposición de la opinión pública europea, capaces de embaucar a algunos mandatarios de la Nueva Europa, deseosos de figurar. Y, en un primer momento, parecía que sus cálculos fríos e inhumanos eran acertados. Se estaba consiguiendo una “victoria fácil”, logrando doblegar al enemigo sin apenas oposición o contratiempos.
No obstante, unos cuantos miles de muertos después, la realidad está colocando a cada uno en su sitio. Los mentirosos, aquellos que inventaron para justificar su operación, siguen tergiversando los hechos, continúan intentando confundir y salir airosos del atolladero. Pero no lo consiguen, han quedado retratados. Los que nos hemos opuesto desde el principio a la invasión, y hemos tenido que soportar los adjetivos gruesos que nos han dedicado todos los partidarios de ella, no estamos felices, no nos consuela ver que todo en Irak va a peor cada día que pasa.
No nos reconforta saber que teníamos razón. Los muertos son los que nosotros decíamos que serían. Nunca ha sido tan amargo ver que los hechos confirman nuestras previsiones. Los mentirosos no se han parado un instante a meditar sobre ello, sino que se escudan en Saddam Husein y encuentran en el dictador iraquí el mejor antídoto para acallar sus conciencias. La paz está muy lejos. Hoy más que ayer….
mundo de barbaros , mundo de locos.